A solo un corto viaje en tren desde Barcelona, llegarás a Sant Cugat del Vallès, donde podrás emprender una gran excursión de un día desde la capital catalana. Conocida como Castrum Octavianum en la antigüedad, esta lleva el nombre de San Cucuphas, de quien se dice que fue martirizado en el lugar que ahora ocupa su monasterio medieval. La parte final de su topónimo, del Vallès, hace una referencia a la comarca histórica donde se asienta la villa, el Vallès.
Entre los edificios de la villa, se pueden encontrar la Escuela Técnica Superior de Arquitectura del Vallès y el Centre d’Alt Rendiment, un famoso centro de formación profesional y entrenamiento deportivo.
Este municipio se ha convertido en un suburbio próspero de Barcelona por su ubicación, su entorno natural y su zona comercial peatonal. También hay restaurantes, una sala de conciertos, dos cines y un gran centro comercial. Asimismo, es un bastión político para el nacionalismo catalán conservador, con Convergència i Unió dominando la política de la ciudad.
Sant Cugat ha visto aumentar su población en los últimos años, con más nacimientos que ciudades más grandes como Barcelona. También se ha fusionado prácticamente con las cercanas Rubí y Cerdanyola del Vallés.
Pon Sant Cugat del Vallés en el centro de tus planes de viaje, porque esta es nuestra guía de las mejores cosas para ver y hacer en Sant Cugat.
La Bodega Modernista
En 1921, un grupo de medio centenar de agricultores y peones agrícolas de la localidad, unieron sus recursos para fundar la Cooperativa Vitivinícola de Sant Medir. El objetivo fue reducir los costos y aumentar la productividad trabajando mano a mano. Para albergar su nueva asociación, encargaron al arquitecto local Cèsar Martinell la construcción de un nuevo edificio: el Modernista Celler.
El edificio reunió aspectos del diseño modernista, así como el enfoque racionalista de los noucentristas. El último vino se elaboró en la bodega en 1988, y desde entonces se ha abierto al público como museo.
El Monasterio de Sant Cugat
Construido en el siglo IX, su arquitectura narra la historia del pueblo. Fundado por monjes cristianos, durante el siglo X, el edificio cayó bajo el control de los invasores moros, quienes construyeron una torre minarete, el punto más alto del edificio en la actualidad.
Posteriormente, el monasterio volvió a manos cristianas en el siglo XI, antes de ser reconstruido en el siglo XIV. Estuvo habitado por monjes hasta 1835, antes de convertirse en monumento nacional.
El Teatro-Auditorio de Sant Cugat
Fundado en 1993, este teatro moderno y sala de conciertos, cuenta con una interesante programación de actuaciones, música en directo y otros espectáculos durante todo el año. Si bien la mayoría de las representaciones teatrales son en catalán, las representaciones de danza y las representaciones musicales son accesibles para todos.
Casa Aymat
Hoy en día, un museo público y parte del colectivo del Museo Sant Cugat, que alberga el Museo de Tapices Contemporáneos y obras de artistas como Albert Ràfols-Casamada y Hernàndez Pijuan.
La Casa Aymat, fue originalmente el sitio de una fábrica de tapices dirigida por el empresario local Tomàs Aymat. Gran artesano, fue una figura destacada de la Escuela Catalana de Tapices y partidario del movimiento novecentista.
El Mercat Vell
Una de las mejores maneras de codearse con los lugareños y hacerse una idea de la vida cotidiana en Sant Cugat, es hacer una parada en el MercatVell, histórico mercado de abastos fundado en 1911.
Hoy en día, continúa siendo un importante centro social y hay puestos que venden comida callejera asiática junto con puestos tradicionales de carne española.
Ermita de Sant Medir
Este remoto santuario, data de la época de los antiguos romanos, aunque muchas de las partes visibles del edificio son de la Edad Media.
Cada año, el 3 de marzo, grupos de vecinos del pueblo de Sant Cugat, organizan una procesión hasta la ermita en recuerdo de un curioso hecho ocurrido en el siglo XIX. Un panadero local que padecía una enfermedad rezaba para que, si se curaba, fuera a adorar a San Medir en la ermita. Pronto se recuperó y cumplió su palabra hasta su muerte.
Y recuerda que en Desatascos Ecodes somos tu mejor opción para cualquier desatasco de tuberías en Sant Cugat.
