Apagar calefacción o tenerla encendida al mínimo: la opción más económica

Apagar calefacción o tenerla encendida al mínimo: la opción más económica

Apagar calefacción o tenerla encendida al mínimo: la opción más económica

La creencia de que es más barato dejar la calefacción baja todo el día, es un mito. La clave está en la cantidad de energía que necesitarás.

Es un hecho que una cierta cantidad de energía se escapa constantemente de tu hogar (la cantidad dependerá de qué tan bueno sea tu aislamiento). La Energy Saving Trust aclara que, si mantienes la calefacción encendida todo el día, estarás perdiendo energía todo el día, por lo que es mejor calentar el hogar solo cuando lo necesitas. Sin embargo, esto no está tan claro. Algunos especialistas argumentan que se debe mantener la calefacción encendida constantemente; abogan por mantener la calefacción baja todo el día, subiendo todas las válvulas de los radiadores al máximo y la caldera al mínimo, y dicen que el problema de encender y apagar la calefacción es que cada vez que se apaga, la condensación se acumula dentro de las paredes. Dicen que esta condensación puede ayudar a conducir el calor fuera de la casa, lo que significa que se filtra el calor más rápidamente y, como resultado, se utilizará más energía.

¿Es más económico dejar la calefacción encendida todo el tiempo o encenderla y apagarla?

Entre los hogares qué buscan las respuestas sobre cómo ser más eficientes energéticamente y reducir las facturas de energía, hay una pregunta que pulula con constancia: «¿Resultará más económico dejar la calefacción encendida todo el día o debería programarla a un encendido determinado?», la respuesta depende de muchos factores.

Al dejar la calefacción encendida, la caldera tendrá que trabajar para mantener la temperatura a un nivel determinado, mientras que, si la enciendes y apagas a horas determinadas, solo calentarás tu hogar en un período determinado; sin embargo, su caldera necesitará trabajar más para calentar la casa del frío a la temperatura requerida.

¿Tu casa está bien aislada?

La respuesta a esta incógnita, dependerá mucho de qué tan bien aislada esté tu casa.

Si tu casa está muy bien aislada, es mejor dejar la calefacción encendida a una temperatura establecida, donde el termostato trabajará con la caldera para mantener la temperatura con relativa facilidad, ya que se produce poca pérdida de calor.

Por el contrario, si tu hogar no es energéticamente eficiente (por ejemplo, posiblemente una propiedad victoriana), entonces es mejor que simplemente enciendas la calefacción para los momentos en que la necesites. La mayoría de las personas están fuera durante el día, por lo que muchos optan por este horario de calefacción, donde encenderán la caldera para que se encienda temprano en la mañana durante un par de horas para que la casa esté agradable y cómoda cuando se despierten, luego lo configurarán para que trabaje a última hora de la tarde hasta que se vayan a la cama.

Será más rentable calentar la casa cuando lo necesites, ya que el calor que se genera se perderá con bastante rapidez a través de las paredes, por lo que, si intentas mantener esta temperatura más cálida todo el tiempo, tu caldera tendrá trabajar increíblemente duro. Esto significa que no va a tener la casa ‘caliente’ todo el tiempo, pero si trabaja durante el día, debería hacer las cosas mucho más baratas en comparación con dejar la caldera encendida.

La importancia del aislamiento

Si vives en una casa bien aislada, gastarás mucho menos en facturas de energía.

En términos de rentabilidad, el aislamiento de desván es el más barato y fácil de hacer, si opta por el aislamiento de lana mineral. Esto se amortizará en sólo un par de años. La cavidad de la pared y el suelo, son los siguientes puntos a los que apuntar.

Si vives en una propiedad de paredes sólidas más antigua, el aislamiento de las paredes con cavidades no será posible y deberá aislar interna o externamente.

Obtener una caldera más eficiente también puede ayudar a reducir las facturas, junto con mejores controles de calefacción. Por ejemplo, si no tienes un termostato, es probable que esté sobrecalentando el hogar cuando el programador se active. Las válvulas termostáticas en los radiadores, también pueden regular la temperatura en las habitaciones y te permitirán dejar de calentar las habitaciones que no estás usando actualmente.

 

Apagar calefacción o tenerla encendida al mínimo: la opción más económica