Cómo ahorrar agua

El agua la usamos todos los días, y de ella saciamos una de nuestras necesidades más esenciales. Se requiere en casi todo lo que hacemos. Necesitamos de ella tanto para la alimentación como para la higiene. En pocas palabras: se nos hace inconcebible simplemente imaginar un solo día sin agua.

El ahorro del agua es altamente influenciado por factores ambientales, económicos, políticos y sociales. Siendo un recurso tan vital, debemos ser conscientes de que el agua es un recurso que tiene sus límites.

Y a medida que corre el tiempo, se incrementa el calor y la población no para de aumentar (como es el caso de ciudades como Barcelona), nos vemos forzados a presenciar altos niveles de demanda y consumo que no siempre pueden ser soportados por los países.

Por lo tanto, ahorrar agua se ha convertido en, literalmente, algo de vida o muerte. Para hacerlo, hay que tomar en cuenta algunas recomendaciones.

Cómo ahorrar agua en la vivienda

Las duchas breves son el primer consejo a seguir, en este punto es donde vemos el mayor despilfarro de agua de todos los tiempos. Así como también en el vaciado constante y un tratamiento excesivo del agua en los jacuzzis, bañeras y piscinas.

Se recomienda bajar la cadena del inodoro menos veces de las que uno desearía, o usar una que gaste menos agua al usarla; puesto que el desperdicio es igual o similar a cuando se deja abierta la llave del grifo al cepillarse los dientes o al encontrar grifos que durante todo el día están goteando. Un grifo sin reparar puede llegar a perder hasta 130 litros de agua al día! Una auténtica barbaridad.

También es recomendable usar cargas completas en las lavadoras y lavavajillas, junto al nivel de agua más bajo apropiado. Y ya que hablamos de lavar la ropa, puedes evitar el uso de secadoras y que la ropa se seque de forma natural a la luz del Sol. De esta manera no solo ahorras agua, sino también electricidad.

Ahorrar agua en Barcelona

Ahorro del agua al aire libre

Aplicar mantillos alrededor de los árboles y las plantas, puede retardar la evaporación, disminuyendo así el uso del agua en su jardín.

Por otro lado, usar recolectores de lluvia o barriles de recolección, para almacenar el agua de lluvia y luego usarla para regadío, es una opción muy ecológica. El agua de lluvia puede ser mejor para tus plantas y jardines, puesto que no contiene químicos añadidos como cloro.

También es posible que debas encender los aspersores durante la parte más fresca del día, cuando las hojas y las raíces absorben en mayor cantidad el agua; y procurar que estos aspersores apunten de manera correcta hacia la tierra y no a las calles o paredes donde se desperdicia este recurso tan valioso.

El agua potable en Barcelona

El agua que se consume en la ciudad de Barcelona tiene, mayoritariamente, un origen superficial, aunque en los últimos años se ha incrementado de forma significativa la presencia de recursos subterráneos procedentes del freático, el agua regenerada, el agua de mar desalinizada y, en un futuro próximo, las aguas pluviales.

El agua que llega a la ciudad en «alta» es gestionada por la Generalitat y su distribución en «baja» por el Área Metropolitana de Barcelona.

Agua de «boca» para beber

El agua potable «de boca» que se consume en la ciudad proviene de recursos superficiales a través de las estaciones de tratamiento de agua potable, de agua subterránea de pozos potabilizada y agua de las desalinizadoras de El Prat y de Tordera.

¿Por qué el deber de ahorrar el agua?

Gran parte de los territorios mundiales, independientemente de su economía, sufre escasez de agua debido a sequía o mal trato. Conservar el agua significaría usar nuestro suministro de agua de manera más inteligente, responsable y eficaz. Mantener estable el suministro de agua, protegerá el futuro de la siguientes generaciones.

Existe la falsa creencia de que el suministro de agua sería infinito. Es importante que no contaminemos el agua, ya que sólo el 2% del suministro de agua dulce de la Tierra está encerrado en casquetes polares y glaciares, mientras que el 97,5% del agua de la tierra es agua salada.

La conservación del agua implica abstenerse de contaminarla, reducir el desperdicio, prevenir daños en la calidad y mejorar su gestión.

La población tiene la responsabilidad de ahorrar el agua que tiene hoy y proporcionar un suministro suficiente para los próximos años. El agua está indisolublemente ligada a la energía y al cambio climático. Se requiere energía para bombear y tratar el agua que recibimos en el hogar. El bombeo y el tratamiento de aguas residuales consume mucha energía. La conservación del agua disminuye esta energía y reduce las emisiones de gases de efecto invernadero.

El cambio climático también afectará el suministro de agua dulce. El calentamiento global está provocando cambios en los patrones de lluvia, un aumento en el número de días secos, lluvias torrenciales durante cortos períodos de tiempo y eventos climáticos extremos, todo lo cual aumenta la probabilidad de sequías e inundaciones.

A su vez, afectará el suministro de alimentos y la salud humana. Se espera que el agua sea una fuente importante de conflicto en el futuro porque la demanda está aumentando y las reservas de agua dulce están severamente estresadas. La caída de los recursos de agua subterránea en muchas regiones y el uso ineficiente del agua es motivo para una gran preocupación. Pero nunca es tarde para ralentizar las consecuencias, ¡contamos con tu participación en seguir estos consejos y recomendaciones!